
Mas esta introducción aquí termina pues comienza mi poesía su eterna lucha por traer un poco de luz entre las tinieblas, por lo que os dejo con el decimotercer poema de Logomaquia, el decimotercer poema de LUZ ENTRE LAS TINIEBLAS:
XIII
ABANDONO MÁS NUNCA OLVIDO
Suave en tus
asperezas,
te alejas y
ya no retornas,
te pierdo y
despierto,
encantamiento
desvanecido,
retorno a
sapo, y tú a princesa.
Recorro
fangosas aguas,
buscando otro
beso que me embriague,
que olvidar
me haga tus amargos besos,
dulces un
lejano día.
¡Ojalá
nunca despiertes, bella durmiente!
Sería duro
saber demasiado,
saber que
como yo por ninguno serás amada.
Mueres en mi
recuerdo,
y sin embargo
no te olvido,
te respiro,
te susurro, te vivo,
desamor
nacido del amor,
así es este
dolor.
Te odio pues
amarte ya no puedo,
me sumerjo en
el fango,
que es mi
vida sin ti,
pero no te
olvido.
Me produces
heridas cuando no me tocas,
yagas si me
tocas.
Te siento
pero te pierdo,
te alejas y
ya no retornas,
te pierdo y
despierto,
te pierdo y
aun así sigo vivo,
te llevas mi
alma y aun así sigo vivo,
porque te
llevas mi alma aun sigo vivo.
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