Micropoema LXXXVII:

Sociedad dividida*

por intereses ajenos,

enarbolando banderas ajenas,

enarbolando las banderas

de sus señores,

creyéndolas propias,

seguimos siendo rebaño,

guiado por malos pastores,

guiado por pastores malos.





* Vease España por ejemplo.

Micropoema LXXXVI:

Una sonrisa,

un rayo de sol,

una mirada 

de unos ojos bonitos,

un sabor u olor

notablemente agradable,

unas palabras dulces oídas

en el instante apropiado,

pequeños momentos

que hacen a tu felicidad grande.

Micropoema LXXXV:

Erase una vez

en un cercano país

llamado Camelot

hubo un hombre

llamado JFK

que inspiró el sueño,

rápidamente por la fuerza

de una bala extinguido,

de toda una nación

de cambiarse a si mismos

y quizás al mundo.

Micropoema LXXXIV:

Imagino mundos que en el papel son creados,

sueño fantasías con tinta negra,

así escribo, así novelo, así creo,

para de esta tierra gris escapar,

para en esta tierra gris pensar,

para mi tierra gris comprender.

Micropoema LXXXIII:

Me destierro de lo humano,

pues el comprenderlo es vano,

dejarnos ser nosotros mismos deberíamos,

dejarnos ser lo que somos tendríamos,

en vez de imponer nuestro parecer al vecino,

pues no hay mayor desatino.

Micropoema LXXXII:

Suena una melodía,

la de mis dedos

acariciando tu piel,

suavemente pero con pasión.

El canto de un intermitente jadeo

quiebra el silencio de la noche.

Esta noche todos los instrumentos

suenan y están afinados.

Micropoema LXXXI:

Ciclos dentro de ciclos,

dentro de ciclos y ciclos,

el ciclo de la vida,

el ciclo de los días iguales,

el ciclo de los cambios,

las buenas rachas,

las no tan buenas,

los ciclos cósmicos,

los más mundanos.