viernes, 29 de marzo de 2019

Joyas literarias I

A continuación incluyo tres poemas de Safo de Mitilene, una poetisa que conocí en mi adolescencia y que con su poesía desnuda, sencilla, y lírica1 me enseñó la instantáneamente intensa belleza de la poesía amorosa:

I
Como el viento desenfrenado que en las montañas cae sobre los bosques, el amor estremece mi ser.

II
Sólo mientras lo miran tiene belleza el que es bello. Ahora y siempre dignidad, el que es digno.

III
Después de que mueras, yacerás sin que nadie te recuerde o por ti se duela, pues no gozaste las rosas de Pieria. Ignorada también en la casa del Hades, flotarás errabunda entre los oscuros muertos. . .

1 Género literario, generalmente en verso, que trata de comunicar mediante el ritmo e imágenes los sentimientos o emociones íntimas del autor.

lunes, 25 de marzo de 2019

LIII Noble guerrera

Cuenta una antigua leyenda,
que Japón recorría con su espada,
una fabulosa katana encantada,
una mujer samurai tremenda,
Michiko Miyazaki se llamaba,
y de aquí para allá andaba,
aldeas e islas ella visitaba,
viviendo mil y una aventuras,
escapando de sus desventuras,
luchando con las fuerzas oscuras,
protegiendo al débil con pericia,
de aquellos que viven de la malicia,
pues una paladín de la justicia,
era sin duda alguna ella,
de la que su nunca contada historia,
me viene ahora a la memoria,
y que algún día me dará una historia bella,
que escribiré con placer,
para a mi lector complacer,
y a Michiko justicia hacer.

viernes, 22 de marzo de 2019

Último fragmento de Introducción sinfónica de Gustavo Adolfo Bécquer

Concluimos aquí la lírica reflexión del maestro Gustavo Adolfo Bécquer sobre el misterio y la magia que rodean a la creación literaria “No obstante, necesito descansar: necesito, del mismo modo que se sangra el cuerpo por cuyas hinchadas venas se precipita la sangre con pletórico empuje, desahogar el cerebro, insuficiente a contener tantos absurdos.
Quedad, pues, consignados aquí, como la estela nebulosa que señala el paso de un desconocido cometa, como los átomos dispersos de un mundo en embrión que aventa por el aire la muerte, antes que su creador haya podido pronunciar el flat lux que separa la claridad de las sombras.
No quiero que en mis noches sin sueño volváis a pasar por delante de mis ojos en extravagante procesión, pidiéndome con gestos y contorsiones que os saque a la vida de la realidad del limbo en que vivís, semejantes a fantasmas sin consistencia. No quiero que al romperse este arpa vieja y cascada ya, se pierdan, a la vez que el instrumento, las ignoradas notas que contenía. Deseo ocuparme un poco del mundo que me rodea, pudiendo, una vez vacío, apartar los ojos de este otro mundo que llevo dentro de la cabeza. El sentido común, que es la barrera de los sueños, comienza a flaquear, y las gentes de diversos campos se mezclan y confunden. Me cuesta trabajo saber qué cosas he soñado y cuáles me han sucedido. Mis afectos se reparten entre fantasmas de la imaginación y personajes reales.
Mi memoria clasifica, revueltos, nombres y fechas de mujeres y días que han muerto o han pasado, con los días y mujeres que no han existido sino en mi mente. Preciso es acabar arrojándoos de la cabeza de una vez para siempre.
 Si morir es dormir, quiero dormir en paz en la noche de la muerte, sin que vengáis a ser mi pesadilla, maldiciéndome por haberos condenado a la nada antes de haber nacido. Id, pues, al mundo a cuyo contacto fuisteis engendrados, y quedad en él como el eco que encontraron, en un alma que pasó por la tierra, sus alegrías y sus dolores, sus esperanzas y sus luchas.
 Tal vez muy pronto tendré que hacer la maleta para el gran viaje. De
una hora a otra puede desligarse el espíritu de la materia para remontarse a regiones más puras. No quiero, cuando esto suceda, llevar conmigo, como el abigarrado equipaje de un saltimbanco, el tesoro de oropeles y guiñapos que ha ido acumulando la fantasía en los desvanes del cerebro.”

jueves, 21 de marzo de 2019

LII El eterno camino hacia la libertad.







El siglo empezamos,
con nuestros defectos tropezando,
el milenio comenzamos,
a nuestra humanidad fallando,
con el terror nos topamos,
al son de los demagogos bailando,
que seguridad nos prometieron,
a cambio de más y más libertad,
a cambio de nuestra libertad,
y como no, nos mintieron,
charlatanes, mentirosos, y ladrones de sueños,
que entre banderas esconden sus intenciones,
que nuestras banderas usan para sus pretensiones,
y así ser nuestros dueños,
mientras nos enfrentamos entre nosotros,
con aquellos que dicen los otros,
sin ser otros más que nosotros,
pero ya llegara la primavera,
desterrando su gris invierno,
combatiendo su odio eterno,
mas no podemos estar a la espera,
debemos de esperanza sembrar,
esta tierra que hoy es baldía,
pero que no lo será un día,
si por nuestra libertad nos atrevemos a luchar.

sábado, 16 de marzo de 2019

Primer fragmento de Introducción sinfónica de Gustavo Adolfo Bécquer

Nadie podría expresar mejor que es toda esa extraña magia a veces oscura y tenebrosa otras clara y diáfana que rodea a la creación literaria que mi admirado Gustavo Adolfo Bécquer "Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo.
Fecunda, como el lecho de amor de la miseria, y parecida a esos padres que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número, a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma.
Y aquí dentro, desnudos y deformes, revueltos y barajados en indescriptible confusión, los siento a veces agitarse y vivir con una vida oscura y extraña, semejante a la de esas miríadas de gérmenes que hierven y se estremecen en una eterna incubación dentro de las entrañas de la tierra, sin encontrar fuerzas bastantes para salir a la superficie y convertirse al beso del sol en flores y frutos.
Conmigo van, destinados a morir conmigo, sin que de ellos quede otro rastro que el que deja un sueño de la media noche, que a la mañana no puede recordarse. En algunas ocasiones, y ante esta idea terrible, se subleva en ellos el instinto de la vida, y agitándose en formidable, aunque silencioso tumulto, buscan en tropel por donde salir a la luz de entre las tinieblas en que viven. Pero ¡ay, que entre el mundo de la idea y el de la forma existe un abismo que sólo puede salvar la palabra; y la palabra, tímida y perezosa, se niega a secundar sus esfuerzos! Mudos, sombríos e impotentes, después de la inútil lucha vuelven a caer en su antiguo marasmo. ¡Tal caen inertes en los surcos de las sendas, si cesa el viento, las hojas amarillas que levantó el remolino!
Estas sediciones de los rebeldes hijos de la imaginación explican algunas de mis fiebres: ellas son la causa, desconocida para la ciencia, de mis exaltaciones y mis abatimientos. Y así, aunque mal, vengo viviendo hasta aquí, paseando por entre la indiferente multitud esta silenciosa tempestad de mi cabeza. Así vengo viviendo; pero todas las cosas tienen un término, y a éstas hay que ponerles punto.
El insomnio y la fantasía siguen y siguen procreando en monstruoso maridaje. Sus creaciones, apretadas ya como las raquíticas plantas de un vivero, pugnan por dilatar su fantástica existencia disputándose los átomos de la memoria, como el escaso jugo de una tierra estéril. Necesario es abrir paso a las aguas profundas, que acabarán por romper el dique, diariamente aumentadas por un manantial vivo.
 ¡Andad, pues! Andad y vivid con la única vida que puedo daros. Mi inteligencia os nutrirá lo suficiente para que seáis palpables; os vestirá, aunque sea de harapos, lo bastante para que no avergüence vuestra desnudez. Yo quisiera forjar para cada uno de vosotros una maravillosa estofa tejida de frases exquisitas, en la que os pudierais envolver con orgullo, como en un manto de púrpura. Yo quisiera poder cincelar la forma que ha de conteneros, como se cincela el vaso de oro que ha de guardar un preciado perfume. Mas es imposible."

martes, 12 de marzo de 2019

LI El viaje a la felicidad











Ser feliz es mi empeño,
aunque en el camino,
ese intento sea a veces numantino,
de mi vida quiero ser dueño,
quizás sea un delirio supino,
pero es mejor ese sueño,
que aceptar de la vida el diseño,
como algo inamovible o divino,
mejor es los días grises atravesar,
con una sonrisa,
y en los días soleados pasear,
sin ninguna prisa,
a contracorriente nadar,
y vivir esta vida con el alma insumisa.

sábado, 9 de marzo de 2019

Citas ajenas que confirman ideas propias VIII

A continuación incluyo dos poemas de Matsuo Basho, un poeta que con su libro Sendas de Oku me abrió la puerta al mundo del Haiku1 y de la poesía japonesa en general:





I
Se va la primavera,
quejas de pájaros, lágrimas
en los ojos de los peces.

II
Hierba de estío:
combates de los héroes,
menos que un sueño.

1 El haiku​ o haikú​ es un tipo de poesía japonesa. Consiste en un poema breve de diecisiete sílabas escrito en tres versos.

martes, 5 de marzo de 2019

L introspección

El sonido del silencio,
la visión de la nada,
se clava cual espada,
errores y aciertos diferencio,
de mi mismo me conciencio,
mi esencia unas veces ratificada,
otras por mismo rechazada,
mi vida yo presencio,
cuando a solas conmigo,
en la oscuridad me encuentro,
a veces mi mayor enemigo,
de mi alma esta dentro,
otras no hay mejor amigo,
pues luz y sombra hay en mi centro.

lunes, 4 de marzo de 2019

Citas ajenas que confirman ideas propias VII





El poema que incluyo a continuación es, al menos para mí, una de las mejores poesías de uno de mis poetas favoritos, el apodado poeta del pueblo, Miguel Hernández:


Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

viernes, 1 de marzo de 2019

IL ¡Canta oh Diosa!












Erase una vez cuando la Tierra,
era nuestra madre y diosa,
que nunca estaba ociosa,
y cuidaba de su prole gamberra,
Pero esos tiempos atrás quedaron,
cuando los cazadores se convirtieron,
y de sanguinarios guerreros se vistieron,
la feminidad de cielo y tierra arrancaron,
Y al padre a las alturas ascendieron,
mientras ellos del suelo se adueñaron,
pero por mas que a la diosa,
expulsaron de esta tierra,
vírgenes, santas y madres florecían,
guerreras, escritoras, reinas surgían,
científicas, aventureras, heroínas nacían,
pues en este mundo al que con su aliento,
que no se llevará el viento,
insuflan de vida en movimiento,
pacientes y luchadoras no desfallecen,
sino que ante las adversidades crecen,
mientras los patriarcas se enfurecen,
al ver como su reino poco a poco se derrumba,
con un sonido que retumba,
que no parara hasta que el machismo sucumba.