martes, 2 de enero de 2018

Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis: Apéndice I: Génesis de otros relatos: 5ª Parte: Génesis de un maullido...

Aquí os dejo un nuevo fragmento de mi novela Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, para que podáis disfrutar de él, en este caso la 5ª Parte del Apéndice I: Génesis de otros relatos, titulada Génesis de un maullido:

"En lo referente al destino del gato negro, comenzaremos diciendo que estuvo viviendo nuestro felino amigo en Al –Andalus, durante unos veinte años. Y aunque vivía la mayor parte del tiempo junto a Argenafle, Cho Yung Ziyi y su descendencia, cual gato que era ya desde hace mucho tiempo a veces decidía acompañar a Candhitilien en sus viajes por el continente del sur de Edrev.
Pasado este periodo aprovechó una visita que hizo Epicaris a sus amigos elfos para abandonar la isla de los elfos, pues según sus propias palabras estaba algo aburrido ya de las apacibles vidas de los elfos.
Así que durante un periodo de unos treinta y tres años estuvo acompañando a su compatriota manalada en sus viajes alrededor de Edrev, viviendo junto a ella un sinfín de aventuras. Como por ejemplo aquella vez que tuvieron que robarles a los ogros un poderoso amuleto que tenía la cualidad de poder leer la mente de cualquier individuo y que había sido
creado por el vil Tairón varias décadas antes de ser derrotado por Selcirep, y que el túnica blanca había ocultado bajo los cimientos del palacio del sumo bramador. Pero para evitar que estos pudieran hacer uso de la recién descubierta pulsera para extender su dominio más allá de los siete reinos del norte, o bien hicieran más férreo su control de sus desgraciados súbditos, Nuliro que de alguna manera que no sería capaz de explicar supo de la existencia del objeto se les apareció a los justicieros errantes, que era como esta pareja de dos que no eran pareja eran conocidos, y les pidió que se hicieran con la joya antes de que los ogros descubrieran cual era su función. Lo cual pudieron hacer con gran diligencia pero no con poca dificultad.
O la vez que rescataron a una expedición gnoma que estaba estudiando las grandes cadenas de corales de aquel mar conocido por ello como el Mar del Coral. Ya que durante la misma se habían visto obligados a cesar en sus actividades mientras aguardaban a que la niebla que les había envuelto se desvaneciese, pero desafortunadamente para estos cuando la niebla cesó, se encontraron rodeados de lagartoides que se disponían atacar por mar un asentamiento Cukill, pero que al verlos pensaron que quizás pudieran tomarse antes un pequeño aperitivo. Y sin duda los gnomos habrían sucumbido a este fatal destino de no ser porque los justicieros errantes se hallaban sobrevolando aquellas aguas en aquel momento debido a que se habían extraviado producto de la espesa niebla.

Tras estas y otras muchas peripecias ambos vinieron a visitarnos a Irene y a mí, puesto que hacía mucho tiempo que llevábamos sin verla a ella y más aun a él. Y por lo que parece, el gato negro estaba muy sorprendido por todos los cambios que había sufrido la sociedad ailatana desde la última vez que vino, por lo que le dijo a Epicaris que aunque no descartaba acompañarla en sus viajes en el futuro, de momento prefería quedarse aquí en Ailati junto a nosotros, para ver cual sería el devenir de los acontecimientos en este mi país. 
Y desde entonces vive con nosotros, al menos la mayor parte del tiempo, puesto que de vez en cuando desaparece durante varios días para luego volver con el relato de alguna estrafalaria aventura."

Espero que este duodécimo fragmento que publico aquí en mi blog de  Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, halla sido de vuestro agrado y ya sabéis que si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es

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