
-Es lógico ella era una persona que pensaba por si sola, que se expresaba con libertad y eso en un régimen autoritario no está bien visto y menos en una mujer; comentó Antonio; pero a mi hay dos cosas que especialmente se me han quedado de su historia, una es el personaje de su abuela, esa gran mujer que le enseñó que pasara lo que pasara nunca debía perder su integridad, nunca debía dejar que se la arrebataran.
-¿Y la otra?; preguntó Patricia.
-Me dejó impactado lo que dice mientras se pone el pañuelo sobre la cabeza, cuando ella decide volver a su país porque necesita ver a los suyos; comentó Antonio.
-¡Ah si! Ya me acuerdo; dijo Patricia.
-Pero sabes, su historia me ha dado esperanza, porque debido al desconocimiento nunca pensé que hubiera mujeres como Marjane en Irán; dijo Antonio; pero al leer esta historia descubro a una mujer tan excepcional pero a la vez tan corriente, lo que me hace pensar que seguro que habrá muchas más mujeres así, dándome esperanzas de que quizás no hoy, ni tampoco mañana, pero que algún día las cosas en Irán o en cualquier otro país en una situación similar puedan cambiar, cambiar para mejor digo. Si antes de ayer pasó aquí en España y ayer en Sudáfrica, ¿Por qué no mañana en Irán?
-Pues tienes razón, ¿Por qué no?; le dijo Patricia.
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