lunes, 28 de agosto de 2017

Micropoema LXXVIII:

Sedientos dejastes mis labios,
hambriento mi corazón,
mis ojos asombrados
secos quedaron,
y ya para nadie más hay lágrimas,
así de hueco quedó mi cuerpo,
cuando tú de mi te marchaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creo en la libertad de expresión, pero también en la buena educación, si tu mensaje no se atiene a estos dos principios, será eliminado. Gracias.