miércoles, 20 de enero de 2016

Logomaquía, una brisa poética...


Tres poemas quedan para el final de LOGOMAQUIA, una obra de dos soñadores, de dos escritores, poetas y amigos, que como ya sabéis son Manolo Moro que demostró todo su buen hacer en el arte poético con su PUTAS LUCES DE NAVIDAD, y yo, Daniel Gorostiza Limón, que aporté a la interesante mezcla mi querida LUZ ENTRE LAS TINIEBLAS, siendo de esta manera este libro una complejamente sencilla aleación de dos miradas hacia el mundo que nos rodea.
Tras esto, no me queda otra cosa que decir que sigáis atentos pues mi poesía os está llamando para conduciros a su reino y a la vez traer al nuestro una pizca de  luz entre las tinieblas que junto a nosotros se encuentran en este nuestro mundo tan azul y a la vez tan gris, dicho esto os encontráis ya en las cercanías del vigésimo octavo poema de Logomaquia, el vigésimo octavo poema de LUZ ENTRE LAS TINIEBLAS:




XXVIII CUANDO SEAS MAYOR.
Los pesares vienen tal como se van,
idos con el viento, o Gone with the wind 1,
pasan los días, muere la niñez, y la adolescencia después,
la madurez nos llega, y al igual que el melocotón contra el suelo,
el humano cae de su propia rama a la dura realidad,
la edad te provee de más conocimiento, pero no te hace más sabio.
Cuando seas mayor lo entenderás y mil frases parecidas,
nuestras canciones de cuna fueron y han sido,
pero al crecer perdieron la melodía,
en alguno de los cajones de ese mueble al que llamamos olvido.
Y el niño que nuestro interior habita la verdad nos revela,
la verdad era mentira, y los sueños poco mas que ilusiones son,
besos al vacío, bocados de realidad, ¡Qué mas da!
Una misma canción, diferente letra pero la misma partitura.
Cuando seas mayor lo entenderás,
comprenderás que cuando un niño de los que el exterior habita, te pregunte
algo que respuesta no tenga o encuentres,
cuando seas mayor lo entenderás tendrás que decir.
Las ideas cambian, los sueños se esfuman,
pero en esencia los mismos somos, más falsos quizás,
educados, reprimidos, menos intensos pero más vehementes,
pues al igual que la fruta al suelo caída no hacemos mas que pudrirnos.
Pues de todo es capaz la humana alma,
de la genialidad y del terror,
pues no hay demonio capaz de mayor horror,
que aquel humano que al crecer se desalma.

1 Titulo original de la película que aquí se llamó Lo que el viento se llevó, aunque en mi opinión una traducción mas correcta hubiera sido idos con el viento.

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