
Tres poemas quedan para el final de LOGOMAQUIA, una obra de dos soñadores, de dos escritores, poetas y amigos, que como ya sabéis son Manolo Moro que demostró todo su buen hacer en el arte poético con su PUTAS LUCES DE NAVIDAD, y yo, Daniel Gorostiza Limón, que aporté a la interesante mezcla mi querida LUZ ENTRE LAS TINIEBLAS, siendo de esta manera este libro una complejamente sencilla aleación de dos miradas hacia el mundo que nos rodea.
Tras esto, no me queda otra cosa que decir que sigáis atentos pues mi poesía os está llamando para conduciros a su reino y a la vez traer al nuestro una pizca de luz entre las tinieblas que junto a nosotros se encuentran en este nuestro mundo tan azul y a la vez tan gris, dicho esto os encontráis ya en las cercanías del vigésimo octavo poema de Logomaquia, el vigésimo octavo poema de LUZ ENTRE LAS TINIEBLAS:
XXVIII
CUANDO SEAS MAYOR.
Los pesares
vienen tal como se van,
idos con el
viento, o Gone with the wind 1,
pasan los
días, muere la niñez, y la adolescencia después,
la madurez
nos llega, y al igual que el melocotón contra el suelo,
el humano
cae de su propia rama a la dura realidad,
la edad te
provee de más conocimiento, pero no te hace más sabio.
Cuando
seas mayor lo entenderás y mil frases
parecidas,
nuestras
canciones de cuna fueron y han sido,
pero al
crecer perdieron la melodía,
en alguno de
los cajones de ese mueble al que llamamos olvido.
Y el niño
que nuestro interior habita la verdad nos revela,
la verdad era
mentira, y los sueños poco mas que ilusiones son,
besos al
vacío, bocados de realidad, ¡Qué mas da!
Una misma
canción, diferente letra pero la misma partitura.
Cuando
seas mayor lo entenderás,
comprenderás
que cuando un niño de los que el exterior habita, te pregunte
algo que
respuesta no tenga o encuentres,
cuando
seas mayor lo entenderás tendrás que decir.
Las ideas
cambian, los sueños se esfuman,
pero en
esencia los mismos somos, más falsos quizás,
educados,
reprimidos, menos intensos pero más vehementes,
pues al igual
que la fruta al suelo caída no hacemos mas que pudrirnos.
Pues de todo
es capaz la humana alma,
de la
genialidad y del terror,
pues no hay
demonio capaz de mayor horror,
que aquel
humano que al crecer se desalma.
1 Titulo original de la película que aquí se llamó Lo que el viento se llevó, aunque en mi opinión una traducción mas correcta hubiera sido idos con el viento.
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