sábado, 4 de enero de 2025

El poder de Dev (4ª parte)

Os dejo aquí un fragmento de mi nuevo libro Mundos, en concreto parte del tercer capitulo del sexto relato de la parte de Mundos Fantásticos.


El poder de Dev:


Capítulo III: El poder de la muerte (conclusión.)


-Sin duda que es más difícil pero no imposible, pero en cualquier caso no te confundas porque lo que pasó no fue un accidente, fue una imprudencia, una imprudencia fatal, una imprudencia criminal que fue alimentada por mi entonces gran soberbia; me contestó él a lo que tras una breve pausa añadió: -Entonces fue cuando decidí firmemente no volver a usar mi don, y así lo hice, no usándolo ni siquiera cuando tu madre se encontraba al borde de la muerte y era yo su última esperanza, y con esto no quiero decir que no dudara, porque dudé, dudé cada segundo, y aún ahora lo hago, porque no lo hice porque no la amara, ya que la amé más que a mi propia vida, tanto es así que le ofrecí el sacrificio supremo que persona alguna puede hacer, es decir dar mi vida por la suya, pero ella me lo prohibió, y no os equivoquéis porque traté de convencerla con todas mis fuerzas, traté de convencerla tanto que finalmente ella se enfadó conmigo y me dijo que no tenía intención ninguna de pasar sus últimos días de esta vida discutiendo conmigo, por eso, ya que su decisión era firme y no iba a cambiar por muy insistente que yo fuera, yo debía decidir que iba a hacer, si bien aceptarlo y seguir adelante acompañándola en sus últimos días en esta tierra de alegría y tristeza, o abandonar nuestro hogar familiar y no volver a él hasta que ella muriera, por lo que no tuve más remedio que acceder a sus deseos, sus últimos deseos. Pero eso no quiere decir que no me arrepienta de lo que hice, o mejor dicho de lo que no hice, porque me arrepiento cada día, y no puedo dejar de pensar que ojalá hubiera dado mi vida por ella, pues aunque lo más probable es que eso la habría hecho enojarse conmigo, por lo menos estaría viva, estaría viva, viva sí, viva...

Sus ojos se humedecieron lo suficiente como para que tres grandes lágrimas recorrieran sus mejillas hasta precipitarse al vacío del dolor, yo en cambio comencé a llorar intensamente mientras me acercaba a mi padre para fundirme con él en un fuerte abrazo al que en seguida se unió también mi amada Priya que también lloraba.

Entonces cuando se acalló mi llanto le dije que lo perdonaba, pero sobre todo que lo entendía, y que por esa razón no volvería a usar mi poder y así lo hice y así espero seguir haciéndolo.

Y sé que algunos de los que ahora leéis mi historia me entenderéis, aunque es más que posible que la mayoría penséis que no puedo estar más equivocado, pero a mi entender tomé la decisión correcta, pues aunque sin duda es cierto que tengo el poder de un Dios no soy más que un humano. Y aunque no hace falta que diga que el poder de devolver la vida a aquel que la ha perdido es un don más que poderoso, no me compensa si para ello tengo que quitarle la vida a alguien aunque ese alguien sea una alimaña.

Y sé que algunos pensarán que me las doy de moralista cuando de hecho ya he cruzado esa línea más de una vez en el pasado sin ningún problema y la verdad es que tendrán razón, pero lo cierto es por muy poderoso que yo pudiera ser, no tengo el poder de rehacer el pasado, por lo que lo único que realmente puedo hacer es enmendarme con mis actos presentes y futuros y esperar que cuando me llegue la hora de la muerte los Dioses consideren y juzguen mis actos y decidan si en la próxima vida merezco la elevación o la degradación. Más eso último ya es algo que claramente está fuera de mi alcance y capacidades, pero no lo está el obrar lo mejor que me sea posible a partir de ahora.


Daniel Gorostiza Limón.

(E-book pincha aquí / E-book click here)


(Libro impreso pincha aquí / Printed book click here)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creo en la libertad de expresión, pero también en la buena educación, si tu mensaje no se atiene a estos dos principios, será eliminado. Gracias.