Os dejo aquí un fragmento de mi nuevo libro Mundos, en concreto el segundo capitulo del quinto relato de la parte de Mundos Fantásticos.
V Li y el dragón.
Capítulo II: La leyenda de Brus, la comabatehumanos.
Hace mucho tiempo cuando el ser humano no había hecho aún acto de presencia en la prospera tierra de Saviaverde, un territorio en el sureste de la gran nación de Bigsilda, estaba esta región habitada por los poderosos pero apacibles dragones, unas nobles criaturas que vivían en aquella tierra en perfecta armonía con el resto de los seres vivos que allí habitaban. Pero su fortuna se iba a acabar muy pronto, puesto que el hombre debido a que era básicamente un devorador de recursos y productor de basura cuya población crecía sin control en otros parajes, pero también a su avaricia y a su deseo de ser para siempre recordado por su sin duda ilusoria grandeza, se adentró en este nuestro hogar siempre lleno de vida. Cuando así lo hizo, los dragones viéndose amenazados al saber que se habían topado con una criatura que les querría someter, se acercaron a los terribles humanos y aún sabiendo que esos poco fíables bípedos más que probablemente los traicionarían en cuanto tuvieran la oportunidad de hacerlo, les ofrecieron un pacto, el cual los humanos aceptaron con extremo recelo puesto que era un acuerdo entre iguales.
Así que como los dragones ya habían trágicamente anticipado, llegó el día en que los humanos les expusieron a los sabios dragones, unas nuevas condiciones, pero estos las rechazaron al encontrarlas totalmente injustas como casi todo lo que sale de la mente humana.
Por lo que la reacción de la humanidad no fue para nada inesperada,
decidiéndose a atacar sin atisbo de piedad alguna los hogares de los dragones. Pero en respuesta a esa crueldad tan salvaje solo propia de los humanos, los dragones no se quedaron sumisos sino que se defendieron con valor, puesto que aunque nunca habían deseado hacer daño alguno a la humanidad, se habían visto obligados a hacerlo para poder defender a sus familias.
Hubo muchos nobles dragones que pasaron a la historia debido a como defendieron con bravura y nobleza a sus congeneres, pero de entre todos ellos hubo un nombre que aventajó al resto con su épica heroicidad y su nombre era Xin Draco Brus, mi madre.
Daniel Gorostiza Limón.
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