Li y el dragón (1ª parte.)

Os dejo aquí un fragmento de mi nuevo libro Mundos, en concreto el segundo capitulo del quinto relato de la parte de Mundos Fantásticos.

V Li y el dragón.

Capítulo I: La leyenda de Shaoran, el matadragones.

Hace mucho tiempo cuando el hombre no había hecho acto de presencia en nuestra hermosa región cuyo

nombre me callo pero que diré que se encuentra al suereste de China, este territorio estaba habitado por los poderosos y feroces dragones, unas criaturas totalmente taimadas que gobernaban aquella tierra sin piedad, sin importarles lo más mínimo la voluntad del resto de las criaturas que allí habitaban. Pero su suerte se iba a acabar muy pronto puesto que el hombre debido a que había prosperado en otros territorios de esta gran nación que ahora llamamos China, pero también debido a su espíritu aventurero y curiosidad incansable, se adentró en estos parajes. Y cuando así lo hizo, los terribles dragones viéndose amenazados al saber que se habían topado con una criatura a la que no iban a poder gobernar, se acercaron a los hombres y mostrándose falsamente amigables, les ofrecieron un pacto, el cual los hombres aceptaron pese a lo desventajoso del mismo, pensando que ya llegaría el día en el que podrían renegociar un acuerdo pero esta vez entre iguales que los dragones serían incapaces de rechazar.

Así que llegado aquel esperado día les expusieron a los

temibles dragones las nuevas condiciones para un futuro acuerdo entre la humanidad y la draconidad, pero estos entonces las rechazaron, diciendo que lo hacían porque las condiciones era claramente injustas, como si ellos supieran lo que es justo.

Por lo que su reacción fue más que esperada, ya que estos decidieron atacar a la humanidad con una terrible furia y vehemencia, de esta manera arremetieron sin piedad contra los pacíficos poblados y aldeas de los hombres. Pero en respuesta a este maligno acto, la humanidad no agachó la cabeza, sino que la alzó, encontrando la fortaleza que necesitaba en sus campeones que combatieron la feroz colera del fuego del dragón con la bondad de sus corazones y la nobleza de sus aceros.

Hubo muchos caballeros que pasaron a la historia de esta, su más que noble causa, pero hubo un nombre superó al resto con su increíble heroicidad, su nombre era Shaoran Yong, y él era mi padre.

Daniel Gorostiza Limón.

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