Comienza la cuenta atrás, pues pocos son ya los poemas que me quedan por compartir de aquel génesis que fue para mi NIGRONÍRICA, una obra de género mixto de la que fui yo, Daniel Gorostiza Limón, su autor, y así con mis SUEÑOS, SOMBRAS, y CITAS NADA CELEBRES, aporté poesía, narrativa y aforismos, todos en su justa medida para dejar al lector con ganas de más, y de ser así en un futuro su espera se verá recompensada, pero esa es ya otra historia que como tal será contada en su justo momento y nunca antes de entonces.
Pero mis palabras sobran, pues ese espacio va
XXV La hora de la pleamar.
Sueño ilusorio,
democracias de papel,
pero, ¿Dónde está ese poder?
¿En ajenas manos?
En manos ajenas,
no lo sabemos,
nos hemos desatendido,
aquellos que podemos,
pues aun hay muchos que te sueñan,
aun hay muchos que te añoran,
y los que te tenemos,
te ignoramos,
por eso te han hurtado,
gracias a eso te han hurtado,
si es que alguna vez te tuvimos.
Nada hacemos,
no creemos poder recuperar el poder,
nos despreciamos mas que nadie,
subestimamos nuestra fuerza,
fuerza que solo nace de la unión,
de la unión de muchos,
de la unión de todos,
todos los que no somos ellos.
Y ya llegamos tarde,
tarde a nuestra cita,
antes debimos alzarnos,
alzar la voz,
alzar las manos,
no para golpear sino para romper,
las cadenas, romper.
Pero nunca es tarde,
no para ser libre,
y si demasiado pronto para ser esclavo,
esclavo de nuestra pasividad,
de nuestros miedos,
ficticios o ciertos,
nunca es tarde para recuperar,
recuperar lo que es nuestro,
nunca es tarde para alzarnos,
alzarnos como marea y olas poderosas,
que los obstáculos derriban,
marea y olas que solo retroceden,
para con más fuerza avanzar.
La marea debe comenzar a subir,
debe comenzar porque tarde es,
tarde para dudar,
tarde para temer,
tarde, tarde, tarde, tarde…
Por eso pueblo no te tardes,
pues eres biznieto de Epicaris y Espartaco,
los esclavos,
por eso pueblo no te tardes,
pues eres nieto de Bravo, Padilla y Maldonado,
los siervos,
por eso pueblo no te tardes,
pues de Rosseau y Marx eres hijo,
los ciudadanos,
por eso pueblo no te tardes,
pues nuestros descendientes lo merecen,
merecen ser los hijos y nietos,
de los hombres libres,
los primeros que lograron ser lo que soñaron,
ellos y sus antepasados.
Por eso pueblo no te tardes,
debemos seguir el camino marcado,
por los que nos precedieron.
Por eso no te tardes ya, pueblo, no,
debemos seguir el camino necesitado,
por los que nos sucederán.
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