
Y sin más preámbulos ha llegado el instante en que mi voz se enmudece y mis palabras se desvanecen, pues mi poesía hace ya acto de presencia con la única intención de llevar a nuestros sueños más allá de nuestras sombras, y así sin más se nos revela el vigésimo segundo poema de NIGRONÍRICA: SUEÑOS Y SOMBRAS:
XXII Madurez.
Va deshojando el tiempo,
va deshojando el tiempo,
va deshojando, va deshojando,
cual margarita,
va deshojando, va deshojando,
tus esperanzas, aspiraciones e ilusiones,
barridas algunas por la realidad,
borradas otras por tus miedos.
Esperanza hay mientras vida queda,
pero el tiempo la va deshojando,
va deshojando, va deshojando,
cual margarita.
Existen logros, sí,
también aspiraciones, sí,
contra las que la poderosa ola,
nada puede, no,
y a esos nos aferramos,
amores a veces, amistades otras,
también éxitos puntuales o definitivos,
pero en cuanto al resto,
va deshojando el tiempo,
va deshojando, va deshojando,
cual margarita.
Es por eso que de los pequeños momentos,
debemos disfrutar,
de lo vano deshacernos
y quedarnos con lo humano,
pues de lo demás el tiempo ya se ocupará,
cual margarita.
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