jueves, 16 de marzo de 2017

Un memento para Nigronírica...

Seguimos con la tarea de dar a conocer en la medida de lo posible a mi NIGRONÍRICA, ese libro que tenía tres partes, una SUEÑOS llena de poesía, otra SOMBRAS, con sus relatos breves pero intensos, y por último los aforismos de mis CITAS NADA CELEBRES, ya publicados en este blog con anterioridad.
Y ahora que todo se ha dicho, el momento ha llegado para que yo,  Daniel Gorostiza Limón, calle, dejando hablar así, a mi poesía, que hará lo posible para llevar a tus sueños mas allá de las sombras cotidianas, ahora ha llegado el instante en el que dejo paso a mi sexto poema de NIGRONÍRICA: SUEÑOS Y SOMBRAS:




VI Injusticia.



Nada en la abundancia,
de tu mísera alma,
mientras otros corazones,
algunos mas bellos que el tuyo,
padecen… hambre, enfermedad,
guerras, esclavitud, abusos…
y un sin fin más de situaciones,
y un sin fin más de palabras,
que parecen huecas,
que parecen no significar nada,
a oídos de algunos.
Mi alma ríe por no llorar,
cuando oye a los que se lamentan
pudiendo no hacerlo,
habiendo otros que ni lamentarse pueden.
Culpables muchos se señalan,
el destino, la suerte, la divinidad,
verdadero ninguno,
a excepción de nosotros mismos,
es duro, pero verdad.
Unos por hacer,
otros por no hacer
unos más culpables,
otros menos culpables,
pero todos pecadores
del mayor de los pecados,
el de dejar padecer a un hermano.
Nos quejamos de un mundo,
que sin duda merecemos,
nos quejamos de ser granitos,
olvidando que sin arena
no hay playa alguna,
olvidando que otros granitos pudieron
lo que muchas playas.
Nos quejamos del mundo,
cuando es nuestra cobardía,
la enfermedad verdadera,
nos lamentamos de ser unos pocos,
cuando somos unos muchos,
y de ser muchos,
cuando pocos somos,
cualquier cosa para no ver,
para no recordar,
que el origen de sus miserias,
son los vacíos de nuestras almas,
vacíos de valor, de bondad,
de compasión, de una noción de justicia.
Tan solo les deseo,
a los que se quejan,
sin apenas padecer,
que despierten,
para que obrar bien puedan,
y si no lo hacen,
que enmudezcan si su sueño
se transforma en pesadilla,
y si no lo hace también,
pues su mejor palabra
no es otra que el silencio.

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