Ciclo tras ciclo caduca,
tras el tañido,
de doce campanas,
Ciclo tras ciclo caduca,
tan rápido como el tañido,
de doce campanas,
la vida entre las manos,
se te escapa,
impide que el goce,
también se te esfume.
viernes, 23 de diciembre de 2016
jueves, 22 de diciembre de 2016
Micropoema LXX:
Paz en la tierra,
nos dijeron,
a los hombres,
luego añadieron,
de buena voluntad,
y por eso la guerra,
no tiene dificultad,
de esparcir sus nombres,
en cada confín,
en un ciclo sin fin.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Fragmento del Capítulo XXII de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis...
Aquí os dejo un fragmento de mi novela Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, para ir abriendo boca, en este caso del Capítulo XXII: Génesis de una última etapa:
“De todas las diferentes oraciones que se pueden oír a lo largo y ancho de Edrev, nuestra hermosa esmeralda, esta es la más antigua a la vez que la más recitada por sus pobladores:
-Airún es mi madre, nada me falta,
en un verde lecho me hace recostar,
me conduce hacia la fuente de la vida
y repara mis fuerzas,
me guía por el sendero justo,
por el honor de sus pensamientos.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo,
tu abrazo y tu aliento me sosiegan.
Me enseñas a prepárame la mesa
y a no tener nadie al que llamar enemigo,
me enseñas a amar la tierra,
para que esta, agradecida, me ofrezca sus frutos.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en el corazón de la Diosa
por años sin término.”
Espero que este séptimo fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, halla sido de vuestro agrado y ya sabéis que si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
“De todas las diferentes oraciones que se pueden oír a lo largo y ancho de Edrev, nuestra hermosa esmeralda, esta es la más antigua a la vez que la más recitada por sus pobladores:
-Airún es mi madre, nada me falta,
en un verde lecho me hace recostar,
me conduce hacia la fuente de la vida
y repara mis fuerzas,
me guía por el sendero justo,
por el honor de sus pensamientos.

nada temo, porque tú vas conmigo,
tu abrazo y tu aliento me sosiegan.
Me enseñas a prepárame la mesa
y a no tener nadie al que llamar enemigo,
me enseñas a amar la tierra,
para que esta, agradecida, me ofrezca sus frutos.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en el corazón de la Diosa
por años sin término.”
Espero que este séptimo fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, halla sido de vuestro agrado y ya sabéis que si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
domingo, 18 de diciembre de 2016
Micropoema LXIX:
Escribir escribo,
soñando que mis sueños,
por otros sean soñados,
gustoso me dejo la vida,
por crear otras,
vivo escribiendo mis sueños,
mis sueños viven escribiendo en mi,
escribo lo que mis sueños viven.
miércoles, 7 de diciembre de 2016
Micropoema LXVIII:
La indignación
a la masa incomoda
el enojo aún justificado,
no está de moda,
la palabra rebelión,
a la gente desagrada,
para mi es sagrada,
pues espero pasión
del rebaño adormilado,
mas solo balan,
solo balan.
martes, 6 de diciembre de 2016
Fragmento del Capítulo I de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis...
Aquí os dejo un fragmento de mi novela Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, para ir abriendo boca, en este caso del Capítulo I: Génesis y Cosmogonía:
"-Hay más arcos y ballestas en la bodega.
-Lo siento, pero soy más diestro en el arte de la esgrima.
-También allí podrás encontrar el mejor acero élfico.
Cuando espada en mano subí, el combate ya había comenzado y pude ver como unas increíblemente horrendas criaturas de pieles grises y largas melenas blancas trataban de abordarnos pero eran repelidas por una lluvia de flechas que las hacía caer al mar, aun así algunos de estos lograban aterrizar en la cubierta con vida,
lo cual me obligó a darle un uso no deseado al sable y así comencé a combatir a esas no demasiado hábiles pero si extremadamente resistentes criaturas. Y cinco de ellas cayeron bajo mi habilidad con el acero, pero de repente cuando le sacaba mi espada del pecho a la sexta, pude sentir en mi nuca el aliento de uno de esos deformes seres, me giré pero ya era tarde, el orco estaba bajando el brazo para golpearme con su mazo y triturarme los huesos, sorprendentemente cuando ya percibía la cercanía de la muerte, el orco fue empujado con vehemencia por el costado hacía la cubierta. Cuando pude ver que era lo que lo había derribado pude comprobar que era una flecha. Al seguir su trayectoria, sin dejar, claro está, de combatir a los numerosos enemigos que aún quedaban en pie, fui capaz de entrever que había caído gracias a una de las flechas de Candithilien, a cuyos pies se amontonaban los orcos por decenas. Argenafle a la que el combate había llevado a mi lado me dijo mientras con su acero partía en dos a uno de esos temibles seres: -Candithilien no solo es conocida por ser la mejor de nuestros cartógrafos, sino también como una de nuestros mejores arqueros.
La batalla fue tan feroz como aquellas tremendamente vehementes criaturas que no cedían ante nada, y lamentablemente pese a la gran habilidad en combate de esos pacíficos elfos que decían sentir un profundo malestar por haber tenido que arrancarle la vida a otro ser vivo, incluso a uno tan aberrante como un orco, hubo una baja en nuestras filas. Doni, el viejo lobo de mar. Aun hoy recuerdo como pasó todo, Argenafle y yo combatíamos espalda con espalda y acero con acero contra aquellas grisáceas criaturas, cuando al abatir con mi espada a un orco que pretendía atacarla por el costado, me di cuenta de que una lágrima, tan solo una, recorría la mejilla izquierda de Argenafle. Lo cual es un hecho bastante excepcional puesto que los elfos rara vez lloran las penas, es mediante el cantó como se desprenden de ellas. Entonces ella se abrió camino entre los cada vez más escasos orcos que poblaban nuestro navío, los cuales se desplomaban como sacos de patatas tras su paso, mientras en la proa del barco Doni caía bajo los quebrantahuesos de seis orcos. Con su sable dirigido por la furia, cosa que escasas veces se puede ver en un elfo, derribó a tres de ellos sin esfuerzo y sin darles tiempo a que se dieran cuenta de que era aquella némesis la que les privaba de sus vidas de forma tan repentina. De los otros tres, dos cayeron bajo las flechas de Candithilien, y del sexto di cuenta yo mismo,
siendo casualmente este el último orco que quedaba con vida en el barco. La contienda había al fin terminado, y Argenafle se agachó junto a Doni, una vez nos hubo pedido que ya que no estábamos en tierra y que tampoco teníamos barcas suficientes para todos, por lo cual no podíamos dar élfica sepultura a nuestros adversarios, lo lógico era llevarlos a su embarcación para posteriormente prenderle fuego y así cumplir, aunque fuera parcialmente, con el rito del entierro que en la soledad de los mares era realizado por los marinos de Al-Andalus desde los primeros tiempos. Y así, mientras nosotros transportábamos a nuestros terribles enemigos a su estremecedora embarcación, ella le susurraba élficas palabras, que eran contestadas por murmuraciones del cada vez más debilitado Doni. Todo lo cual me fue siendo traducido casi simultáneamente por Candithilien a la que ayudaba a trasladar a los pesados orcos. Y tal como me fue contado así lo transcribo.
-No te entristezcas Argenafle, acabar la vida en los océanos es la más bella de las muertes que un marino que lleva milenios recorriéndolos puede hallar; susurró Doni respirando con excesiva dificultad; y no te engañes porque sabes que mi muerte es sin duda algo definitivo que ninguno de los mejunjes o artes curativas de Kasado podrá evitar."
Espero que este sexto fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, halla sido de vuestro agrado y ya sabéis que si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
sábado, 3 de diciembre de 2016
Micropoema LXVII:
viernes, 2 de diciembre de 2016
Fragmento del Capítulo XXIII de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis...
Aquí os dejo un fragmento de mi novela Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, para ir abriendo boca, en este caso del Capítulo
XXIII: Génesis de una vuelta a casa:
"-Recuerdo
que no llevábamos mucho en tu país y ya estaba atardeciendo, así
que nos dispusimos a acamapar en un bosque. Nuestro compañero Bodhi
que como siempre era el más veloz de todos nosotros, ya había
montado la tienda en la que tanto él como Candithilien, Epicaris y
el gato negro pasarían la noche, así que comenzó a pasear por los
alrededores. El siempre decía que lo hacía para asegurarse de que
la zona no era para nada peligrosa, pero la verdadera razón era y
es, la de siempre, le encantaba perderse por parajes para él
desconocidos, para después encontrarse. Pero en cualquier caso, lo
que le sucedió en esta ocasión cuando se perdió es que se adentró
en lo que en tu tierra se conoce como la Región Pantanosa, un
emplazamiento que alterna lagos, estanques y pantanos con tierra
firme, que sería lo que a su vez veríamos nosotros cuando a la
mañana siguiente prosiguiésemos el camino. Allí a su vez, se
encontró con un anciano cíclope de piel negra que estaba sentado con
una cesta llena de pescados a un lado, y con su caña en el otro lado
ya recogida. Cuando se acercó un poco más, pudo observar como el
anciano jugaba con los pies descalzos en el agua, pero si embargo su
vista estaba puesta un poco más allá, en los juncos que se
encontraban no muy lejos de sus pies.
-Supongo
que te preguntarás que hago, no
amigo; le dijo el ciclope a Bodhi
que asintió con la cabeza, y tras mirarle a los ojos al ajornauta le
dijo: -Te diría que descansar, pero te mentiría puesto que
realmente no estoy haciendo nada, simplemente aprovecho que el
pantano ha sido más que generoso hoy conmigo permitiéndome llenar mi
cesta antes de lo esperado, para disfrutar de estos instantes
carentes de preocupaciones antes de regresar al hogar donde no es que
tenga más preocupaciones que otro, pues tan solo debo de ocuparme
junto con mi mujer de mis tres nietas.
Bodhi
le tocó entonces el hombro y cuando tu compatriota le devolvió la
mirada, le preguntó en lengua de signos que donde estaban los padres
de las niñas, entonces el cíclope paró de jugetear con el agua y
volvió a dirigir la mirada hacia los juncos que estaban más allá
de sus pies, tras unos instantes contestó: -Murieron ambos en esta
absurda guerra, que como todas ellas carece de sentido y más aun de
honor. Mi hijo murió en el frente, cayó según nos dijeron como un
héroe, salvando con su muerte la vida de dos de sus compañeros. Como
un héroe dijeron, como si no supiéramos todos ya que mi hijo era
alguien excepcional, valiente y a la vez compasivo. Como un héroe
dijeron, su madre y yo ya sabíamos que era un héroe, no teníamos
necesidad alguna de que muriera para comprobar de que pasta estaba
hecho nuestro amado Siryu. Y su esposa, nuestra querida nuera que nos
dio a esas nietas que con su brillo rivalizan con el mismo Losun,
murió bajo un ataque aéreo del ejercito de los manalados, que
arrojaron quinqués sobre las casas de madera y papel de la tan
hermosa a la par que poblada ciudad de Otoik, conocida como la
antigua capital de Grito. Mi hijo era un soldado, y aunque lo que le
sucedió fue sin duda una tragedia para nosotros, era algo que
sabíamos que podía suceder, pero nuestra nuera Saori era una ama
casa, una madre dedicada por entero a sus hijas, a la que el horror
fue a llamar a la puerta...
Cayó
durante unos instantes para luego decir:
-Y aun así tanto mi esposa
Sayuri como yo debiéramos estar más que agradecidos a que ese día
tuvieramos a sus pequeñas a nuestro cuidado.
Entonces
nuevamente se hizo el silencio y Bodhi le rozó el hombro otra vez
casi temeroso de que eso le molestara, a lo que el anciano sin
apartar la vista de los juncos le contestó: -No hace falta que me lo
digas, elfo sin habla pero no sin lengua, sé que lo sientes y yo te
lo agradezco de todo corazón, pero no es momento de que nos pongamos
tristes, y disfrutemos de este breve instante previo a que me vuelva
casa.
En
aquel momento Bodhi se descalzó y se sentó junto a él, con la
única separación de la caña de pescar, el anciano le señaló los
juncos que no dejaba de mirar y le comentó: -¿Te has fijado la
rectitud que tienen esos juncos que asoman por encima del agua?
A
lo que el elfo le contestó que sí moviendo afirmativamente la
cabeza, o dicho de otra forma, de arriba a abajo, el anciano le
señaló entonces el reflejo de los mismos en ese agua aun levemente
iluminada por las últimas luces del día y le dijo: -Sin embargo si
nos fijamos en el reflejo de esos mismos juncos que las aguas del río
nos muestra, vemos que parece que estos estuvieran torcidos, cuando
realmente no lo están, de manera que si tan solo mirásemos el
reflejo del junco y no el junco en sí mismo pensaríamos que este
está torcido. A los mortales que Edrev poblamos nos pasa un poco eso
con la realidad, ya que por desgracia nuestra mente crea a veces su
propio reflejo de la realidad sin preocuparse por mirar si ese
reflejo se ajusta o no a la misma.
Tras
esto el anciano sacó sus pies del agua, se los sacudió un poco para
posteriormente calzárlos, una vez lo hubo hecho le dijo: -Ahora
debo dejarte pues no quiero que mi familia se impaciente si tardó
más de la cuenta en volver o peor aun, se preocupe. Supongo que tú
tendrás que regresar al campamento que habéis montado no muy lejos
de aquí, en el bosque de Di ci, pero antes de que lo hagamos me
gustaría saber quien ha tenido la paciencia de oír las penas y
desvaríos de este anciano.
Bodhi
le contestó deletreando su nombre en el lenguaje de signos, a lo que el cíclope le respondió a su vez diciéndole: -Encantado de haberte
conocido, apreciado Bodhi, mi nombre es Seiya.
-El
placer ha sido mio; le dijo Bodhi mediante signos.
Después
de esto, Bodhi volvió justo para cenar, pero nada nos dijo de su
encuentro con aquel compatriota tuyo hasta varios días después.
-Es
una curiosa historia, tan triste como llena de sabiduría, sin duda;
me contestó la cíclope una vez hube yo acabado."
Espero que os haya complacido este quinto fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, y ya sabéis que si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
lunes, 28 de noviembre de 2016
Erase una vez presentación en la Biblioteca Provincial de Huelva...
domingo, 27 de noviembre de 2016
Fragmento del Capítulo VIII de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis...
Aquí os dejo un fragmento de mi novela Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, para ir abriendo boca, en este caso del Capítulo VIII: Génesis de una Leyenda:
Tras hablar de esta manera se sentó y Crismara alzándose le preguntó: -¿Templos en honor al hombre? No te entiendo, ¿Qué quieres decir? ¿No es suficiente ya la vanidad de nuestra raza como para que nos adulemos más a nosotros mismos?
"-En primer lugar os preguntareis porque se os ha reunido aquí con tanta premura; afirmó Marjane mientras que a pesar de la gran distancia comprobé que me miraba a mi, para posteriormente añadir: -Algunos incluso os preguntareis porque se os ha reunido con las logias de las otras naciones y eso es normal porque según hemos podido consultar en las actas la última vez que se reunieron todas las logias de Osiria fue hace ya doscientos años. Pero ha llegado la hora de que nos volvamos a reunir para tomar una gran decisión que podría cambiar el futuro de Osiria y con ella el de toda Edrev. Como sabéis nuestra muy antigua orden fue fundada por los artesanos, albañiles, arquitectos, maestros de obra, canteros, y todas las profesiones relacionadas con la construcción de los templos sagrados que pueblan nuestro continente. Lo que nos ha llevado a construir los más hermosos santuarios en honor a los Dioses, pero ahora ha llegado el tiempo de que construyamos otros templos, pero estos no deben ser en honor a los Dioses, sino a los humanos.

-Creo que te confundes, porque cuando hablaba de construir santuarios en honor a la humanidad no me refería a nada físico; le contestó Marjane levantándose de nuevo; la mayor y mejor construcción que podemos levantar en honor a las personas no es otra que el saber, pues ese es un edificio que perdura más que cualquiera de los que hayamos construido. Esa es una riqueza que enriquece más que todo el oro, plata y joyas que podamos acumular durante nuestras vidas.
-Y, ¿Cómo haremos eso? Porque el que nosotros nos dedicásemos a enseñar a las gentes de todas las tierras de Osiria, podría ponernos al descubierto, y no creo que los “poderosos” quieran tener un “rebaño educado”; respondió un zorisa (habitante de Zora) que como todos los hombres de su pueblo era prácticamente imberbe.
-Sin darte cuenta has dado en la clave de la cuestión que queremos plantear aquí en esta asamblea, hecha a imagen y semejanza de la divina; afirmó Marjane; el mayor problema que tenemos para construir el gran templo del saber es que los que tienen el poder no quieren tener un pueblo cultivado, puesto que un pueblo educado es un pueblo que opina, que piensa, que decide por si mismo, y si el pueblo decide por si mismo, ellos si no dejan de tener utilidad, al menos pierden gran parte de esta. Además de que no podrían actuar con la total impunidad con la que están actuando actualmente.
-Y, ¿Qué es lo que se supone que debemos hacer? ¿Acaso podemos hacer algo? Porqué sinceramente yo lo dudo; comentó el mismo hermano zorisa.
-Creo que sí, creo que podemos, y si no por
lo menos lo habremos intentado; sentenció Marjane; las cosas como sabéis no son estáticas, no permanecen siempre de la misma manera sino que evolucionan. Unas veces para bien y otras para mal, pero evolucionan. La lluvia erosiona la montaña y el agua al correr por un determinado curso durante un determinado periodo de tiempo se transforma en un río, así como la roca tallada por el cantero se convierte en parte de un edificio. Pero a veces las cosas se estancan cuando deberían avanzar, es difícil saber porque, pero lo cierto es que pasa. Cuando eso sucede solo hay una cosa que podamos hacer, si la evolución natural no es capaz de llegar, y más si cabe cuando no puede llegar debido a que no le dejan llegar, quizás sea preciso echarle una mano, quizás sea preciso una revolución.
-Siento ser yo quien os agüe la fiesta pero nosotros somos demasiado pocos como para suponer amenaza alguna para los reyes y emperadores de los hombres; dijo un anciano hermano de ojos rasgados lo que indicaba que era procedente de Anihc, concretamente Anihc del norte.
-Si actuamos tan solo nosotros sin duda que será así, pero ese no es el plan; afirmó Marjane.
-Mmm, creo que empiezo a entenderte hermana Marjane; comentó el noranihcedo (habitante de Anihc del norte) que había hablado con anterioridad; lo que estáis sugiriendo es que iluminemos al pueblo, que les mostremos todo lo que podrían ser capaces de hacer si quisieran y que ellos decidan si desean hacerlo o no. Sugerís que compartamos con ellos los principios fundamentales en los que creemos, como son la libertad, la igualdad, la fraternidad, la paz, la justicia y la caridad. Si es así, no solo estoy dispuesto a participar en el cambio de rumbo que pretende emprender la Gran Logia de Osiria, sino que estoy ansioso por empezar."
Espero que os haya agradado este cuarto fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, y ya sabéis que si queréis saber lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
lunes, 21 de noviembre de 2016
1ª Presentación de Edrev...

jueves, 17 de noviembre de 2016
Dedicatoria de Edrev...
Aquí os dejo un fragmento de mi novela Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, para ir abriendo boca, en este caso su dedicatoria:
A mi madre,
a mi familia,
a mi gente,
a mi tio Leopoldo,
al cual le llevé un boceto
y muchas sugerencias
y él con su arte
lo convirtió en un mapa
digno de ese nombre,
y a todos aquellos que aun
creen
que los sueños son para
vivirlos
y no solo para soñarlos.
jueves, 10 de noviembre de 2016
Micropoema LXVI:
Tiempos sombríos,
sueños baldíos,
más la belleza,
de la entereza,
en ti sobrevive,
y en mi convive,
pues la esperanza,
los persigue,
y el sueño avanza.
y el sueño vive.
sueños baldíos,
más la belleza,
de la entereza,
en ti sobrevive,
y en mi convive,
pues la esperanza,
los persigue,
y el sueño avanza.
y el sueño vive.
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Fragmento del capítulo I de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis.
Capítulo
I:
Génesis
y Cosmogonía.

En
ese sueño, del cual solo Oefróm le podrá despertar, aparecieron
todas las cosas conocidas: estrellas, planetas, lunas, cometas, y
todo lo que puebla nuestra realidad. Y de todas ellas una destacaba
por su belleza, tanto que Logos la hija mayor de Los Padres
Universales, la llamó Edrev, la esmeralda de los cielos. Y así fue
que Airún y Oefróm permitieron a aquellos que así lo quisieron de
entre los millares de sus hijos adentrarse en el interior del sueño
de Airún, pero siempre que asumieran las consecuencias de sus actos.
Siempre que asumieran que al final de los días también ellos serían
premiados o castigados según fuera su conducta, pues como todo lo
demás que en el universo se halle deberán presentarse frente a
Oefróm y Airún jueces de todas las cosas para que se decida su
destino.
Veintiuno
de estos dioses decidieron habitar Edrev que les cautivo de entre
todos los mundos, al igual que a otros de los hijos de Airún les
atrajeron otros diferentes mundos los cuales decidieron poblar…”
Espero que os haya agradado este segundo fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, y ya sabéis que si queréis saber lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Para todos los realistamente soñadores...
Más allá de nuestra imaginación, en un lejano planeta situado en las regiones de la fantasía, existe un mundo llamado Edrev, una particular esmeralda de los cielos donde los sueños y las pesadillas luchan por hacerse un lugar.
Espero que esta génesis de un nuevo mundo os haga disfrutar a la vez que reflexionar.
Daniel G. L.
martes, 1 de noviembre de 2016
Fragmento del capítulo IX de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis.
Capítulo
IX: Génesis de una defunción.
“Seis
fueron los autores, seis los criminales, seis los culpables de
la
muerte de la más poderosa criatura mágica que jamás haya existido
y de esos seis tan solo uno sobrevivió a tan magno enfrentamiento.
Todo comenzó cuando Tairón y sus cinco compinches fueron expulsados
de la escuela de magia de Aporué, debido a que el interés por las
artes oscuras había acabado por apoderarse de ellos. Convirtiéndoles
en los más hábiles túnicas blancas que hubieran existido en
milenios. Pero lo curioso es que en un principio estos seis magos
pretendían ser magos neutrales, ser túnicas rojas y para ello
estudiaron tanto las artes oscuras como la magia blanca, pero en su
empeño por poder contrarrestar los más maléficos conjuros,
olvidaron la máxima que pronunciaba Nuliro siempre que hablaba de la
ocasión en que derrotó al entonces último túnica blanca hacia ya
mil años: -Cuando miréis al abismo, tened cuidado y recordad que el
abismo puede devolveros la mirada1.

siendo
consciente de que se dirigía hacia una trampa, pero aun así fue sin
pensárselo dos veces porque quería evitar que esos chicos
que habían extraviado su camino
le pudieran hacer daño a nadie. Tras andar un largo trecho, llegó
al claro donde le indicaba el anónimo mensaje que se encontrarían,
y una vez allí agudizó sus sentidos para ver de donde podría
venirle el primer ataque. Lo que ella no se esperaba eran seis
ataques simultáneos, seis
ríos de muerte,
ante lo cual no pudo hacer otra cosa que levitar con gran celeridad a
una altura que habría cortado la respiración de cualquier humano
mortal, mientras desde el firmamento contemplaba como los seis
torrentes energéticos convergían en un mismo punto provocando una
gran explosión.
-Ya
deben de haberse percatado de que algo va mal por el bosque de
Levram
en prácticamente cualquier punto de Aporué; pensó la kreuka de
ébano; he de actuar rápidamente si no quiero que alguien más sufra
algún daño.
Descendió
entonces al gran cráter que se había producido y allí le esperaban
los seis magos y mientras lo hacía dijo: -No tiene porque acabar de
esta manera, podéis entregaros y el rectorado encontrará la
solución más adecuada a vuestro problema…
-Con
solución quieres decir que nos tendréis encerrados en la prisión a
prueba de magia de las Lorcas
(piedras de los dioses) hasta que demos muestras de no seguir el
camino que voluntariamente hemos elegido; respondió Tairón; estás
muy equivocada si crees que vamos aceptar ese destino sin pelear,
cuando lo que claman nuestras almas es venganza, venganza contra ti y
contra tu hijo Selcirep que fue quien nos delató.
Tras
esto Tairón lanzó con sus manos una llamarada que en vez de quemar
a Nuliro la atravesó carbonizando a una de las seis túnicas
blancas, posteriormente la autentica kreuka se le apareció por
detrás, tocándole el cuello con tres simples dedos y dejándolo sin
sentido, pero cuando lo hizo fue atacada por un rayo lanzado por otro
de los túnicas blancas a lo que está contestó girándose con
celeridad y pronunciando tan solo una palabra: -Especulo.
A
continuación el mágico golpe fue devuelto a su portador que cayó
inerte.
Con
posterioridad a esto Nuliro se golpeó tres veces en su frente con
los dedos corazón e índice, tres en su corazón y tres en su sexo.
Tras esto donde anteriormente había tan solo una kreuka aparecieron
tres, lo cual le daba la ventaja de poder combatir con el trío de
magos restante a la vez, pero tenía la desventaja de que su energía
vital se dividía en tres, lo cual la hacia más vulnerable ante
estos, pero debía asumir el riesgo si quería acabar con esta
amenaza para la escuela y para su hijo. De esta manera la que estaba
más a la izquierda miró enrojeciendo totalmente sus ojos a la única
túnica blanca de sexo femenino que seguía en pie y la convirtió en
estatua de piedra, sin embargo una sombra aparecida de la nada le
tocó la espalda congelándola al instante. Mientras tanto en el otro
extremo del bosque otra de las Nuliros
esquivaba una batería de flechas que aparecidas de la nada le
arrojaba un túnica blanca, para una vez que estuvo junto a él
tocarle el entrecejo con su dedo meñique y decir: -feles
nigra.
Después
de estas palabras el mago se transformó en un gato de color
negro y
cayó con celeridad desde las alturas en las que se encontraba
suspendido, pero como todo buen felino cayó de pie y maullando se
alejó velozmente de allí. Con posterioridad a ello alguien le rozó
la espalda y cuando esta se giró, Tairón le tocó el entrecejo con
el meñique y exclamó: ¡Petrificus
est!
(estás petrificada.)
Tras
esto la kreuka se convirtió en una esbelta piedra negra como el
carbón de las minas enanas, pero antes de que cayera Tairón la
cogió, y tras hacer varios pases con las manos durante un tiempo
bastante prolongado la hizo desaparecer. Aunque lo que las leyendas
nos cuentan es que el poder de la kreuka era tal que no pudo
desintegrar la roca como él hubiera deseado, teniendo que
contentarse con enviarla lo más lejos que le fue posible,
desconociendo hasta el mismo cual sería este lugar. Si se
encontraría en mar o tierra, colina o valle.
En
cuanto a la última de las Nuliros se encontraba posada sobre la copa
de un ciprés frente a su adversario, el cual gritó de una forma tal
que su chillido iba desintegrando todo aquello que encontraba a su
paso. Sin embargo cuando este casi rozaba a la maga de ébano,
aquella impasible a la par que inmóvil, pronunció tan solo
una palabra: -Eco.
Repentinamente
el chillido comenzó a resonar alrededor de su rival
fulminándolo al
momento. En ese mismo instante se giró y extendiendo bruscamente el
brazo desplazó sin necesidad de tan siquiera tocarlo al vil Tairón
que se aproximaba por su espalda.
-No
creerías que era así de sencillo derrotarme; afirmó Nuliro a la
vez que descendía a tierra firme de nuevo.
-Ni
mucho menos mi querida maestra; comentó Tairón sarcásticamente
para después añadir; pero antes de que acabe contigo dime una cosa,
¿Porqué no me has matado cuando tuviste oportunidad? ¿Cuál es la
razón de que me hallas dejado con vida sabiendo que yo en cambio no
dudaré en acabar contigo?
-Te
lo diré si tú me dices antes, ¿Es que acaso no imaginabas que el
enviar a tus compañeros a asesinarme era encaminarles a una muerte
segura? ¿Qué tipo de líder hace eso con sus seguidores?
-Aquel
que sabe que sus secuaces son prescindibles; sentenció Tairón; pero
ahora responde a la pregunta para que pueda acabar al fin con tu ya
demasiado longeva vida.
-En
primer lugar porqué a diferencia de ti yo no mato a traición por la
espalda, y en segundo lugar porque creo que la muerte es un castigo
demasiado suave para un individuo tan malvado como tú. Aunque
lamentablemente he cometido un error de cálculo, puesto que pensé
que ibas a permanecer más tiempo sin sentido…
-Bueno
es hora de ponerle fin a esto; le interrumpió Tairón; uno de los
dos no saldrá vivo de este bosque y no tengo duda de que esa serás
tú.
Dicho
esto los dos se miraron a los ojos esperando, analizándose el
uno al
otro, cuando inesperadamente apareció el hijo de Nuliro en aquel
claro. Era el primero de los magos que se adentrarían en aquel punto
del bosque de Levram en los próximos instantes. Entonces y sin
pensárselo ni un momento, Tairón le lanzó un rayo que le habría
dejado allí mismo inerte si no fuera porque Nuliro se transportó
hasta donde Selcirep se encontraba para tocándolo con su zurda
decir: reditus
(vuelta, retorno, regreso.)
Y
al instante el joven semikreuko se encontraba de nuevo en su
habitación, pero este no fue aún el final de la maga de ébano dado
que extendiendo la otra mano hizo un giro de muñeca hacia la derecha
desviando el rayo hacia esa dirección. Desgraciadamente el pérfido
Tairón había aprovechado toda esa distracción para concentrar toda
su energía en su más funesto conjuro, el río
de muerte,
y esta viendo la cercanía de su defunción, habló de esta manera
mientras daba con su pulgar izquierdo siete golpecitos a un ciprés
que tenía junto a sí: -Aunque acabes conmigo ahora, siempre habrá
alguien dispuesto a evitar que consigas tus propósitos, y si no
fuera así todavía queda la piedra… Sí, esa misma en la que estás
pensado, la que no has sido capaz de destruir y que contiene parte de
mi esencia, has de saber que si algún mago conocedor del conjuro y
con el suficiente poder para hacerlo la encuentra podrá devolverme a
mi forma original y entonces tu venganza habrá fracasado.
Tras
esto el campo de fuerza que había creado con su mano derecha se
desvaneció al paso del torrente energético, que hizo de idéntica
manera con la hermosa kreuka de ojos claros y piel oscura…”
1
Frase del
siempre interesantemente agudo y mordaz filósofo alemán Friederich
Nietzsche.
Espero que os haya gustado este primer fragmento que publico aquí en este blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, y ya sabéis que si queréis conocer lo que les sucede antes o después a los intrepidos ajornautas, podréis encontrar todas esás respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
Suscribirse a:
Entradas (Atom)