Capítulo
I:
Génesis
y Cosmogonía.

En
ese sueño, del cual solo Oefróm le podrá despertar, aparecieron
todas las cosas conocidas: estrellas, planetas, lunas, cometas, y
todo lo que puebla nuestra realidad. Y de todas ellas una destacaba
por su belleza, tanto que Logos la hija mayor de Los Padres
Universales, la llamó Edrev, la esmeralda de los cielos. Y así fue
que Airún y Oefróm permitieron a aquellos que así lo quisieron de
entre los millares de sus hijos adentrarse en el interior del sueño
de Airún, pero siempre que asumieran las consecuencias de sus actos.
Siempre que asumieran que al final de los días también ellos serían
premiados o castigados según fuera su conducta, pues como todo lo
demás que en el universo se halle deberán presentarse frente a
Oefróm y Airún jueces de todas las cosas para que se decida su
destino.
Veintiuno
de estos dioses decidieron habitar Edrev que les cautivo de entre
todos los mundos, al igual que a otros de los hijos de Airún les
atrajeron otros diferentes mundos los cuales decidieron poblar…”
Espero que os haya agradado este segundo fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, y ya sabéis que si queréis saber lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
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