Erase una vez un referéndum...

Lo primero que me gustaría decir es que no tengo intención alguna de dar lecciones de nada, puesto que nunca me he considerado maestro de nadie, por lo que esto que estás por leer a continuación no es más que mi simple y llana opinión con todas sus virtudes y sus defectos, pero tan solo mi opinión, la opinión de Daniel Gorostiza Limón, un ciudadano corriente. 

Cuando se habla de lo que está pasando ahora en Cataluña he de ser sincero, y comentar que tengo sentimientos encontrados. Por un lado la cabeza me dice que antes que nada hay que respetar el principio de libre determinación de los pueblos, y por otro el corazón me dice que no le gustaría que Cataluña se independizará ya que como andaluz que soy los considero mis hermanos, por lo que no me gustaría que abandonaran esta empresa común llamada España, más bien me gustaría que encontráramos la forma de que Cataluña se sintiese cómoda en España.

Dicho esto diré que en democracia no se le puede ni se le debe tener miedo al derecho de consulta a los ciudadanos, puesto que esto es un

principio fundamental de la misma, por lo que creo que el referéndum debería convocarse. Ahora bien cuando uno ve los desastres que en Gran Bretaña esto ha provocado, se da cuenta de que las cosas se han de hacer bien, es decir en el referéndum sobre la independencia de Escocia se dio el asunto por zanjado porque ganó el no con un 55´3% lo que para mi no es mayoría suficiente para dar nada por zanjado ya sea el sí o el no, menos aún en el caso del Brexit en el que ganó la salida de la Unión Europea por un escaso 51,9%.

Porque una cosa es votar un parlamento o un gobierno que según los países será una decisión cuyos efectos durarán 4 o 5 años, y otra una decisión que claramente es mucho más definitiva sino totalmente definitiva como lo sería en este caso la independencia o no de Cataluña. Así que yo propondría que para que una de las dos opciones, es decir el sí o el no, se considerase victoriosa debería ganar por dos tercios, o lo que es lo mismo un 66,66%, de los votantes. Y en el caso de que ninguna de las opciones ganase con ese porcentaje, que creo que en este caso sería lo más probable, debería repetirse el referéndum tras un periodo prudencial que podría ser por ejemplo de 4 o 5 años (o cualquier otro que se determinase) hasta que una de las dos opciones resultase victoriosa con la mayoría antes citada. 

Sé que muchos me dirán ahora, que muy bien pero que eso quien lo paga, a lo que yo les contestaría que personalmente creo que el referéndum debe pagarlo quien lo organiza que en este caso sería Cataluña.

En cuanto al asunto de quien debería votar en ese referéndum yo lo tengo bastante claro y creo que debería ser Cataluña y solo Cataluña

quien votara en ese referéndum, al igual que si mañana los andaluces decidimos que queremos tener un nuevo Estatuto de Autonomía, cosa que por cierto hicimos hace no tanto, no veo porque un señor de Cuenca tendría que poder decidir nada al respecto. De igual forma no creo que una señora de Murcia tenga porque participar en esa decisión, tendrá derecho a opinar sí, como lo tenemos todos, pero no a votar puesto que creo que en este caso el derecho a decidir si permanece o no en España es algo que nos guste o no a quien compete es a los catalanes.

Finalmente diré que aunque mi intención no ha sido en ningún caso la de ofender a nadie, soy consciente de que probablemente lo haga puesto que este es un asunto bastante sensible, pero como ya he dicho esa no es ningún caso mi intención.