
Y ahora que todo se ha dicho, el momento ha llegado para que yo calle, dejando hablar así, a mi poesía, que hara lo posible para traer algo de luz entre las tinieblas cotidianas, ahora ha llegado el instante en el que dejo paso a mi sexto poema de Logomaquia, mi sexto poema de LUZ ENTRE LAS TINIEBLAS:
VI ORIGEN DE MI ESENCIA.
A mi madre,
porque sin ella,
ni yo, ni mi
rima más preciosa y bella,
habríamos
nunca existido,
por no haber
siquiera nacido.
A veces los
mas queridos seres,
los que mas
nuestros daños sufren, son.
El Destino, o
que se yo, será lo que tú ahí vieres,
mas la
convivencia es siempre, la razón.
Las disculpas
no siempre validas serán,
mas alguien
con amor como para engendrar una vida,
no hallará
logro imposible, ni cosa desmedida,
por ello, mis
fallos en su memoria se perderán.
Me dio a luz
una estrella,
nadie mayor
privilegio ha tenido,
no existe
persona como tú, eres.
A ti
parecerme es mi ambición,
a los tuyos
mis pasos, seguirán,
y no habrá
madre más que tú, querida.
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