domingo, 26 de mayo de 2019

LXI Mi suelo y cielo












Sabe de tu nombre la brisa,
pues a mi se me acerca,
y mi alma tranquila alterca,
cuando me recuerda con prisa,
con un susurro indecisa,
que tú ya estás cerca,
que mi tiempo contigo se acerca,
te abrazaré sin cortapisa,
pues tù a los míos contienes,
pues en ti ellos felices habitan,
tú, que tu amor por mi no retienes,
tú, cuyos futuros recuerdos ya me agitan
tú, que a mi alma tanto le convienes,
tú, cuya belleza todos acreditan.

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