Estas son tres de las siete virtudes que todo Samurai debía de cumplir para poder ser considerado como tal: -La cuarta virtud debe ser siempre el respeto, según el cual los guerreros no tienen motivo alguno para ser crueles, ni necesitan tampoco demostrar su fuerza, es más un samurai es cortés incluso con sus enemigos, puesto que sin esta muestra directa de respeto no seríamos mejores que los animales. Así que un guerrero, que se precie de llevar ese nombre, recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. Debido a esto la auténtica fuerza interior del samurai, se hace evidente para todos en momentos de apuros.
-La quinta virtud no puede ser otra que la honestidad o sinceridad absoluta, es por eso que cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho, y no hay nada en esta tierra que lo pueda detener en la realización de lo que ha dicho que hará. Por eso no tiene que dar su palabra, ni tampoco prometer nada, ya que el simple hecho de hablar pone inevitablemente en movimiento el acto de hacer, puesto que para él hablar y hacer son la misma acción.
-La sexta de las virtudes, que es sin duda la más importante de todas, es el Honor. El auténtico guerrero sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo, por ello las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. Y dado que no puede ocultarse de sí mismo, en caso de que su honor quedara mancillado, debe dedicar tanto su vida como todas y cada una de sus energías a restaurarlo.
Continuará...
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