-Sigo sin creer que ya no esté; comentó Chiara mientras se liaba un cigarrillo.
-Yo tampoco, pero lo cierto es que ya no está, ya nunca más podremos abrazarla, escuchar sus palabras de ánimo ni sus reproches; afirmó Francesco que jugaba con la servilleta de papel, enrollándola y desenrollándola.
Chiara encendió su cigarrillo para después de darle la primera calada decir: -Estoy triste y a la vez enfadada porque se halla ido, pero también siento un vacío en mi interior como si una parte de mi se hubiera marchado con mamá.
-Me siento igual que tú, Chiara; comentó Francesco dejando la servilleta sobre la mesa enrollada como un cilindro perfecto.
Chiara dio otra calada a su cigarrillo para luego hablar de esta manera: -Estoy segura de que si existe un cielo ella está en él ahora mismo, pero en cualquier caso ya sabes lo que ella decía...
-Nadie muere mientras sea recordado, por eso debemos llevar en nuestra memoria los recuerdos de los seres amados difuntos; dijeron ambos al unísono.
-Sí, si, nos vamos; Le interrumpió ella levantando la mano para llamar la atención de la camarera para después añadir mientras dejaba el dinero sobre la mesa: -Sé que toda la gente que nos va a dar el pésame lo hace de buena de voluntad, pero ahora mismo de lo que menos ganas tengo es de socializar, Francesco, preferiría quedarme en mi casa llorando a mamá hasta que se me quedara el alma vacía de pena, en cambio tengo que ir a un lugar a compartir mi dolor con otras personas como si eso me ayudara en algo, en fin así es la vida... y la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Creo en la libertad de expresión, pero también en la buena educación, si tu mensaje no se atiene a estos dos principios, será eliminado. Gracias.