Sigo compartiendo aquí en mi blog más y más material de mi novela de fantasía y aventuras, Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, en este caso unos datos bastante interesantes que podréis encontrar en el apéndice III del libro anteriormente mencionado y recomendado:
Guía del entorno y vestimentas de las diferentes culturas de Edrev I.
Soy partidario de que la imaginación de cada cual vuele cual manalado por este mundo que he creado o quizás recreado y por eso por ejemplo doy pocos detalles descriptivos a la hora de hablar del aspecto físico de los personajes, porque prefiero dar tan solo unos meros trazos dejando al lector que añada el resto a su elección. Y sin duda que podría hacerlo porque cuando recreo una escena en mi cabeza se ven hasta los más mínimos detalles, pero como digo prefiero que la lectora sea parte activa de mi narración y participe a su vez en la creación de Edrev.
Ahora bien, dado que casi todos nosotros, incluido este que les escribe, cuando nos imaginamos una historia de una era y lugar en la que no existía la electricidad tendemos a darle una ambientación medieval cosa a la que en este caso me niego rotundamente ya que mientras he ido creando este mundo casi nunca lo he localizado temporalmente en un equivalente a la Edad Media de nuestro mundo (que como sabemos va desde la caída del imperio romano en el siglo V hasta que a finales del siglo XV el descubrimiento de América abre la puerta a una nueva era conocida como la Edad Moderna.) Más bien diría que la época de la historia edreviense en la que suceden los acontecimientos narrados en esta novela sería lo que conocemos como Edad Antigua (que va desde la aparición de la escritura en el 3500 antes de Cristo hasta la mencionada caída de Roma y su imperio en el siglo V después de Cristo.)
Claro está que puede haber, y habrá seguro, en esta narración cosas que no sean propias de nuestra Edad Antigua, y que seguramente sean más propias de la Edad Media, la Moderna o incluso de la Contemporánea (la que nace a finales del siglo XVIII con la revolución francesa y llega a nuestros días), pero no debemos de olvidar que por mucho que Edrev se parezca a nuestro mundo no lo es, lo cual le lleva a tener sus propias peculiaridades.
Una vez dicho esto y para ponérselo más fácil al lector y orientarle en este sentido, pasaré a desmenuzarlo minimamente, indicando a un lado el territorio y en otro su equivalente terrícola en lo que se refiere tanto a sus vestimentas como a su arquitectura y también culturalmente hablando, aunque en esto ya no tanto
Espero que este trigésimo tercer fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, halla sido de vuestro agrado y como ya sabéis si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas en su viaje alrededor de su asombroso y misterioso mundo, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta desde hace un tiempo en amazon.es
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