contiene su belleza,
otras mi entereza,
más siempre pesa,
cuando la bicha,
llamada desdicha,
a mi me besa,
más sombras y luces,
son los contraluces,
que nuestras vidas llenan,
y nuestros deseos frenan,
así a la tristeza no temo,
pues no soy un memo,
y esta lección medida,
la tengo bien aprendida,
con la noche fría,
viene el radiante día,
pues la vida es la mística,
de la existencia cíclica,
de mil y una experiencias,
en unas pocas vivencias.
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