
"Mucho podríamos contar sobre la senpai (antigua, vieja, mayor) raza de los dragones, pero no será aquí donde se hable de su origen, porque de ello como de los orígenes de las otras razas que pueblan Edrev, ya se habla en el Piko, incluso en esta misma obra ya habréis podido encontraros una breve mención a los orígenes de las especies. Tampoco hablaré de las múltiples variedades que existían en la antigüedad, sino que me centraré en la única que hoy existe, los Flamavolatres.
Las tres características básicas de esta la última raza de los dragones están ya indicadas en su denominación, que son el ser terrestres, de ahí la terminación “tres”, puesto que los dragones podían ser terrestres o marinos. De hecho existen leyendas de que en las profundidades submarinas todavía quedan algunos ejemplares de esta especie, pero sobre esto los fishombres no quisieron decirnos nada al respecto, ni para confirmar ni para desconfirmarlo. Rehuyendo ese tema cada vez que lo sacábamos, lo que nos hizo pensar que pudiera ser posible.
Otra de las características de esta raza es que son voladores, de ahí la raíz “vola”, dado que no todos los dragones eran voladores, puesto que tanto entre los terrestres como entre los marinos había dragones que podían hacerlo y otros que no.
Y finalmente el prefijo “flama” que indica la capacidad para lanzar esos temibles alientos de fuego que tampoco era una característica común a todos ellos. Porque algunos podían lanzar llamaradas, pero también los había que podían lanzar agua, esto solo podían hacerlo los marinos, y además los había cuyo aliento no era de fuego ni de agua, sino gaseoso. Un aliento o soplido huracanado que según cuentan las leyendas en algunos casos era capaz de derribar bosques enteros.
Las más antiquísimas historias nos cuentan que los dragones forman parte de las nueve especies conocidas como los primeros nacidos, que incluían además de a estos a los androzoos, los centauros, los elfos, los enanos, los fishombres, los gnomos, los manalados y las mandrágoras. Que son las primeras razas de seres “racionales” que surgieron en Edrev.
En cuanto a su dieta todos los dragones sin excepción han sido y son vegetarianos, a diferencia de los otros primeros nacidos que por regla general son omnívoros, con una sola excepción, las mandrágoras, las cuales se alimentan exclusivamente de la luz losunar (perteneciente o relativo a Losun, astro rey de Edrev.)
Al igual que los reptilianos pertenecen a la clase de los reptiles.
Son monógamos hasta el extremo de que tienen una sola pareja para toda la vida, hasta el punto de que no volverán a emparejarse ni aun si esta muere.
En cuanto a su orientación sexual, su pareja puede ser tanto de diferente sexo como del mismo.
Una vez hechas estas aclaraciones procederé a la descripción del resto de características básicas de los flamavolatres. En primer lugar diré que estos dragones pueden vivir hasta treinta mil años.
Su tamaño puede llegar a veinticuatro gandis de largo desde la cabeza a la cola, treinta y cinco gandis de anchura desde la punta de un ala a la otra y veinte gandis de alto desde las patas a la cabeza.
Tienen cuatro patas, y les gusta dormir en grutas y cuevas, pero cuando no es posible habitar en estos lugares suelen hacer nidos.
Pese a su longevidad que iguala la de los otros primeros nacidos, su velocidad de crecimiento es bastante rápida, dado que ya el primer año adquieren una cuarta parte de su extensión final, y a los quince años ya tienen la mitad de su volumen. No adquiriendo su tamaño total hasta aproximadamente los dos siglos.
Existen varios dragones legendarios entre los flamavolatres, como por ejemplo Nalum, una dragona de piel verde que dedicó su vida a proteger a los soidnis, rescatando a los que se quedaban atrapados en las nevadas cumbres de las montañosas islas Clamá y también trasladando a estas personas cuando esos volcánicos picos vomitaban lava ardiendo. De hecho su muerte a la vez trágica y heroica se produjo a los veinticinco mil años de edad cuando durante una erupción volcánica paró con su escamoso cuerpo la lava el tiempo suficiente para que una tribu entera de soidnis pudiera salvar la vida. Eso sucedió hace cinco mil años, y desde entonces Nalúm es venerada por los soidnis que le construyeron diversos tótems de madera y el veinte de ororo (segundo mes del año del calendario de Edrev) celebran una fiesta en su honor.
O también el caso de Livelín un feroz flamavolatre de piel roja que sucumbió defendiendo la isla de Kreukah, que pertenecía a la confederación de Acirfá, el país de los androzoos, los centauros, y los enanos, y que cayó en poder de los orcos hace cuatro mil quinientos siete años. Ambas perdidas todavía son lloradas por los acirfenses. Además de que los enanos ponen a sus descendientes el ejemplo de Livelín al hablar de valentía. Y sin duda coraje y fiereza no le faltaron porque quince Odaromas (galeones) orcas no fueron suficientes para derrotarle y se necesitó una más para que este fuera vencido. Con el elevado coste para los orcos de esta quincena de embarcaciones."
Espero que este noveno fragmento que publico aquí en mi blog de Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, halla sido de vuestro agrado y ya sabéis que si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es
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