Pero además de todo lo mencionado en el anterior post, Edrev la esmeralda de los cielos: Génesis, tendrá otra cosa que yo como lector estaba más que interesado que tuviera, y es que en este tipo de literatura en el que el humano se mezcla con otras razas de fantasía, pese a todos sus defectos, pese a las grandes cualidades con la que se suele presentar a estas otras razas los humanos son siempre mejores que estos. Pero por poner dos ejemplos, en los libros de espada y brujería los humanos superan a los talentosos y longevos elfos en que son capaces de aprender más rápido y esto a la larga les hace mejores, o en la serie (y películas) de Star Trek en las que los vulcanos, pese a ser más inteligentes y más fuertes que los humanos son superados por los terráqueos por el simple hecho que estos no se dejan llevar por sus sentimientos y los terrestres sí.
Yo quería por eso en Edrev mostrar a los humanos no como superiores a las otras razas que pueblan mi mundo, pero tampoco como inferiores, simplemente como iguales y a la vez diferentes, cada una con sus propias cualidades, alejándome de propaganda alguna de las grandezas de la humanidad.
Yo deseaba también mostrar la mezquindad de la humanidad, su intolerancia, sus prejuicios, sin centrarme solo en eso, pero quería que este mundo de mi invención no fuera tan solo una obra de entretenimiento, sino también una especie de espejo de nuestro mundo en el que poder reflejar mi visión sobre nuestra raza.
Un espejo en el que poder mirarnos y reflexionar sobre los defectos y virtudes de nuestra especie.
Pues quería que esta novela fuera entretenida como cualquier novela del genero de espada y brujería, pero quería también reflexionar y hacer reflexionar sobre esas otras cosas que me interesan, como por ejemplo sobre el hecho de que aquellos que se presentan como los buenos de una historia, generalmente no lo son tanto y aquellos que supuestamente son los villanos no tienen porque serlo, quería reflexionar también, entre otras cosas, sobre el racismo y el machismo aun presente en nuestras sociedades.
Y todo esto lo encontrareis cuando junto a mis protagonistas iniciéis un viaje por Edrev, a la caza del mayor de los tesoros posibles que persona alguna pueda encontrar jamás...
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