Palabras vacías de un alma hueca,
frente a un atardecer de ensueño,
tu siempre graciosa mueca,
y mi cuerpo perdió su dueño,
pero tu hechizo se deshizo,
pues ya no anhelo tu pelo cobrizo,
ya tu piel no me abriga,
ya no eres mi amiga tampoco enemiga,
tan solo un recuerdo,
un capítulo del culebrón de mi vida,
una pasión una vez desmedida,
más otra vez me siento cuerdo,
hasta que el amor en su telar me enrede,
que como Penélope de noche descoso,
lo que por el día coso,
aunque no siempre adrede,
danzando sin rumbo,
tras dar un nuevo tumbo,
así es mi mundo,
donde el amor es profundo,
a veces me pierdo en su abismo,
otras me encuentro en mi mismo,
así de tu puerto parto,
pues tu encanto ya descarto.
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