VIII Platónicas tinieblas

Contemplo tu sonrisa,

sin ninguna prisa,

en este mundo sin risa,

en el que todo va deprisa,

se muerde la fruta,

pero no se disfruta,

pues se está en ruta,

dando vueltas por la gruta,

de la que no queremos salir,

pues tememos libres vivir,

fuera de la caverna oscura vivir,

pese a nuestra alma con ello afligir.

VII Huelva mía

Celeste tu cielo,

me llevo tu anhelo,

azul tu mar,

que siempre voy a amar

verde tu pinar,

que siempre voy a recordar

blancas tus casas.

Mi alma descompasas,

bañado con la luz,

de tu amarillo sol,

acá en mi pueblo andaluz,

aquí en el campo español,

todos esos colores,

mis íntimos amores,

me llevaré a la tierra del dragón,

más no te olvidaré Mazagón,

te llevaré al país,

del cielo gris,

coloreando sus días y noches,

más allá de los reproches,

dándome la vida,

soñando con tu nueva bienvenida.

VI Ubicándome en mi desubicación

Tecleo palabras para describir,

un mundo que no comprendo,

pretendo entonces escribir,

sobre una realidad que no entiendo,

intento con mis palabras inspirar,

pruebo con mis letras cambiar,

lo que sé que no funciona,

cuando no sé como funciona.

V Mi familia

Su recuerdo me inspira,

mientras mi cuerpo respira,

ellos me han criado,

y con los años arropado,

siempre tengo en mente,

que ellos son mi gente,

amor me dieron,

amor recibieron,

gracias a ellos feliz crecí,

cuando mi vida con ellos viví,

por ellos yo soy el que soy,

y por mi camino ya me voy.

IV Canción de cuna

Arrópate con tus sueños,

guíate hacia ellos,

hacia los más bellos,

busca tus dulces sueños,

mientras duermes dulcemente,

cuando duermes confortablemente,

atrapa todos tus sueños,

más allá de la oscuridad,

para que iluminen tu posteridad,

realiza todos tus sueños,

cuando de ellos despiertes,

más ahora aún no despiertes,

y descansa junto a tus sueños.

III Vivir viviendo

Acompasado con el pasado,

descompasado con el futuro,

desconcertado con el presente,

vibrando mientras voy andando,

vibrando mientras voy amando,

siempre tengo en mente,

que el vivir es un negocio duro,

a veces me deja destrozado,

a veces me deja reconfortado,

más sé que si soy diligente,

derribaré el por mi detestado muro,

que a mis sueños de la realidad está separando.

II Diosa Esperanza

Miro al porvenir,

siempre por venir,

y le rezo a mi esperanza,

observo el mundo,

ese caos rotundo,

que les dejamos,

a esos que amamos,

y le rezo a mi esperanza,

¿Cómo ignoramos el llanto?

¿Como ninguneamos el espanto?

Como avestruces,

no vemos las luces,

mientras la cabeza escondemos,

mientras bajo tierra la metemos,

por eso yo le rezo a mi esperanza,

para que me guíe entre las sombras,

para que me saque de las sombras,

de ese mundo que no queremos ver,

pero que nuestro no ha dejado de ser,

le rezo a mi esperanza,

para que no dude,

para que me ayude,

a mejorar el lugar que bajo mis pies se mueve,

y a un mejor destino lo lleve.

I Tu querer...

Destello de vida,

perfume de amor,

savia nueva,

para este viejo pino,

ilusión desaparecida,

ahora renacida,

me traes la alegría,

que yo creía perdida,

en el pasar de los años,

sembrando de poesía,

estos labios de tinta secos,

tu querer me trae,

lo que este mundo me arrebató,

tu querer se lleva,

todas mis amargas penas,

tu querer me da,

razones para existir,

sentir, escribir, resurgir,

tu querer me hace soñar,

con la eternidad en un segundo,

                                                                                   cada vez que sobre mi piel,

                                                                                   lo siento.

Microrelato: microdespedida...

Ella dejó la copa de vino tinto de  la  Rioja   sobre   la  mesa  y    habló    de    esta   manera: -Mirando a través del humo que sale del cigarro que sostengo, reflexiono sobre mi vida, sobre los momentos que pasamos juntos, sobre todos los besos, los buenos ratos, sobre los poemas que me inspiró tu cálida belleza, y me invade una agridulce nostalgia en la que se mezcla la tristeza de haberte perdido, quizás para siempre, con la felicidad de poder atesorar en mi memoria todos esos buenos momentos que pasamos juntos.

Pero prefiero no mirar atrás demasiado, pues no quiero quedarme atrapada en mis recuerdos así que miro al frente, a lo que me podría deparar el futuro si consigo aquello que he planeado, y después de eso miro al presente para hacer todo lo que esté en mi mano para que así suceda.

Así que perdóname pero ahora no tengo tiempo para andar buscando los pedazos de un amor que se rompió hace tiempo, te amé, tú me amaste, aquello fue sin duda hermoso, pero la vida no se para, sino que sigue adelante y nosotros tenemos que seguir adelante también.

Tras   esto   se   levantó   a   lo   que   él   solo   supo   contestar: -¿Entonces te vas?

A lo que ella le contestó: -No tengo tiempo para fantasías de lo que pudo o podría ser, no en este momento de mi vida, para todo lo demás siempre podrás contar con una mano amiga, eso no lo dudes...

-Gracias, supongo...

Ella sonrió y añadió con una dulce sonrisa como solo las sabía dar ella: -Gracias a ti por todos los momentos pasados y recuerda que aunque hallas perdido a una amada y a la vez amante, no has perdido a una amiga que te ayudará si así lo necesitas.

Tras esto comenzó a caminar dejando el suave perfume de su belleza tras de ella y cuando él se quiso dar cuenta ella ya se había marchado.