martes, 17 de abril de 2018

Edrev, la esmeralda de los cielos: Fragmento del Capítulo XXV: Génesis del fin...

Aquí os dejo un nuevo fragmento de mi novela Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, para que podáis disfrutar de él, en este caso el inicio del Capítulo XXV: Génesis del fin:


"Es difícil entender el todo cuando nuestro conocimiento es limitado al igual que nuestra capacidad intelectual, pero aun así no debemos desmoralizarnos sino que debemos tratar de cultivar todo aquel conocimiento que deseemos cultivar.
Es difícil comprender cual era el propósito de los Dioses cuando mediante diferentes procesos evolutivos decidieron dar origen a las razas que se autodenominan racionales, puesto que somos unas criaturas tan inmensamente pequeñas con delirios de grandeza. Pero lo cierto es que nuestras fantasías no están infundadas del todo, puesto que en cierta medida cualquiera de nosotros puede si verdaderamente se lo propone, cambiar la historia. Aunque para eso ha de proponérselo real y verdaderamente y esforzarse al máximo de sus posibilidades, y en ocasiones un poquito más. Pero si así lo hace podrá lograr este empeño sin ninguna duda.
Es difícil de interpretar el trabalenguas que los Dioses nos han dejado, pues los mortales no somos más que minúsculas criaturas que se creen grandes cuando no lo son, y que a la vez tenemos la capacidad de ser verdaderamente grandes si nos lo proponemos, sin dejar de ser por ello pequeños a escala cósmica. Necesitando para lograr esa grandeza además no dejar de vernos a nosotros mismos pequeños, pues en el mismo instante que deje de hacerlo aquel mortal que ha llegado a las alturas dejará a su vez de ser grande.

Es difícil de percibir para nosotros los mortales que deseamos, en mayor o menor medida, ser inmortales de alguna u otra manera, que para serlo lo primero que debemos de hacer es dejar de desearlo. 
Es extraño cuando no contradictorio para nosotros pensar que para lograr algo hemos de dejar de desearlo, pero como solía decirme mi madre cuando era yo niño, si queremos ser amados lo único que debemos hacer es olvidarnos de nuestro propósito inicial y dedicarnos amar y tan solo a eso, a amar que cuando menos nos lo esperemos recibiremos todo o parte de aquello que hemos dado.
Todas estas son cuestiones difíciles de descifrar a las que debemos añadirles otras muchas preguntas más que nos plantea nuestra búsqueda de los secretos del universo, puesto que como solía decirme mi padre cuando yo era muy pequeño, no somos más que hormigas que intentan comprender que es una Zavimbe (catedral)..."

Espero que este decimoctavo fragmento que publico aquí en mi blog de  Edrev, la esmeralda de los cielos: Génesis, halla sido de vuestro agrado y ya sabéis que si queréis saber más sobre lo que les sucede a los intrépidos ajornautas, podréis encontrar todas esas respuestas en la novela ya a la venta en amazon.es

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