Micropoema XXX:

De una minúscula celula,

tu vida,

de un ínfimo punto,

el universo,

de lo ridículo a lo importante,

de la insignificancia a la grandeza,

así son las leyes,

así la costumbre,

de este hogar que habitas.

Micropoema XXIX:

Dura y áspera es tu piel,

a veces miel,

pero otras hiel,

más tan solo tú eres el camino,

Con meta y llegada desconocidas,

tanto de ti desconozco,

que por mucho que te recorra,

ni a mi me conozco.

Micropoema XXVIII:

No es de mi sangre,

pero me daría su sangre,

no es mi hermano,

pero me ofrece su mano,

es por su apoyo,

que salgo del hoyo,

es mi amigo,

pues viene conmigo.

Micropoema XXVII:

Tras el fallo,

viene el fallo,

fallando en sucederse,

más si tras estos,

llega el acierto,

el triunfo para ti

será mas que cierto.

Micropoema XXVI:

La distancia entristece,

en tu pena te mece,

diría que hasta a veces enloquece,

y tan solo la esperanza,

la esperanza tan solo,

de volver te sostiene.

Micropoema XXV:

Cual tela de araña,

enredado en mi propia ira estoy,

desenmarañarme intento,

más no a tiempo,

pues me pica,

y me enveneno.

Micropoema XXIV:

De lo bello,

hago el camino,

Tras lo profundo,

busco el atajo,

con sentimiento,

con pensamiento,

forjo está canción,

y la pasión,

como magia,

brota.

Micropoema XXIII:

Así como el cuerpo con su desnudez,

su mayor belleza demuestra,

el pensamiento abandona su mudez,

para de su hermosura dar muestra,

así este poema en su insignificancia,

revelada deja su significancia.